Todo sobre el hinojo

Conocé las características de esta hortaliza de color verde intenso y aprendé a cultivarla.

Por Gabriela Escrivá

El hinojo (Foeniculum vulgare var. dulce) es originario de la costa mediterránea de Europa meridional. Allí crece en forma espontánea, en los campos sin cultivar, cerca del mar o al costado de los caminos. Esta umbelífera vivaz se cultiva como anual para su consumo crudo en forma de ensaladas, braseado o como un ingrediente más en sopas y saludables platos de la dieta mediterránea. Sus semillas son muy apreciadas en la cocina del Medio Oriente y de la India. Tienen propiedades digestivas y carminativas, entre otras, debido a la presencia de anetol y estragol en su aceite esencial.

Es una de las hortalizas más ornamentales, ideal para cultivar en los bordes de la huerta a modo de cerco vivo, ya que tiene una interesante función biológica. Durante el otoño-invierno será el refugio de las vaquitas benéficas, predadoras de pulgones, como Cycloneda sanguinea, y en la primavera, su floración amarilla atrae avispitas parásitas, otro importante controlador de plagas de la huerta.

Aún hoy, es muy frecuente escuchar en Italia “finocchio” (hinojo, en italiano) en calidad de insulto para referirse a un hombre afeminado o a un homosexual. Su origen se remonta a tiempos de la Inquisición, cuando los homosexuales eran quemados en la hoguera y, para que el suplicio durara más tiempo, se cubría a la víctima con hojas frescas de hinojo.

Esta hortaliza es una herbácea erecta, de color verde intenso, que puede alcanzar los 2 metros de altura. Sus hojas finamente divididas poseen un pecíolo alargado y envainado, y en la parte inferior forman un engrosamiento del tamaño de un puño.

Para su cultivo requiere un suelo bien horquillado y rico en materia orgánica. Es exigente en cuanto a riegos durante su desarrollo vegetativo. La siembra puede hacerse directamente en el tablón o en almácigos, desde noviembre hasta abril. Si se siembra en almácigos, se trasplanta entre los 40 y los 70 días posteriores, a una distancia de 40cm entre plantas. Al momento del trasplante, es recomendable cortar las hojas y dejar el brote central.

La cosecha para el consumo de los “falsos bulbos” se realiza cuando tienen un tamaño de 5cm de ancho y 10cm de largo. Diez días antes de cosecharlos, es conveniente aporcarles tierra con compost alrededor del cuello para blanquearlos y protegerlos de las heladas. Para la recolección de las semillas debemos dejar transcurrir un año y, con tijera, cortar las inflorescencias y ponerlas a secar a resguardo de la luz.

Fuente: Nota escrita para Revista Jardín

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